jueves, 19 de diciembre de 2013

TRIBUTO A LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Momentos destacados entre Katniss y Peeta:


Tercer libro

Momento 4 seleccionado:

—Hay que mantenerlos limpios, de lo contrario, la infección puede propagarse y…

—Sé lo que es el envenenamiento de la sangre, Katniss —dice Peeta—. Incluso si mi madre no es una sanadora.

Soy sacudida hacia atrás en el tiempo, a otra herida, otra serie de vendas.



—¿Me dijiste lo mismo en los primeros Juegos del Hambre? ¿Real o no real?

—Real —dice—. ¿Y arriesgaste tu vida consiguiendo la medicina que me salvó?

—Real —Me encojo de hombros—. Tú eras la razón por la que estaba viva para hacerlo.

—¿Era yo? —El comentario lo arroja a la confusión. Algún recuerdo brillante debe estar luchando por su atención, porque su cuerpo se pone tenso y se raspa las muñecas recién vendadas contra las esposas de metal. Entonces, saca toda la energía de su cuerpo—. Estoy tan cansado, Katniss.

—Vete a dormir —le digo. Él no lo hará hasta que haya amarrado las esposas y los grilletes a uno de los soportes de la escalera. No puede estar cómodo, tumbado con los brazos sobre su cabeza. Pero en pocos minutos, él se deja ir también.

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