TRIBUTO A LOS JUEGOS DEL HAMBRE
Momentos destacados entre Katniss y Peeta:
Primer
libro
Momento 8 seleccionado
--Mejor que ayer. Esto es mucho mejor que el lodo:
ropa limpia, medicinas, un saco de dormir... y tú.
Ah,
vale, volvemos al tema del romance. Le toco la mejilla, y él me coge la mano y
se la lleva a los labios. Recuerdo que eso mismo hacía mi padre con mi madre y
me pregunto dónde lo habrá visto Peeta, porque seguro que no ha sido entre su
padre y esa bruja con la que se casó.
--Se acabaron los besos hasta que comas --le
digo.
Lo
ayudo a apoyar la espalda en la pared y él se traga obedientemente las
cucharadas de papilla de bayas que le doy, aunque otra vez se niega a probar el
granso.
--No has dormido --me dice.
--Estoy bien --respondo, a pesar de que me
encuentro agotada.
--Duerme un poco. Yo vigilaré. Te despierto si pasa
algo. Katniss --sigue diciendo, al verme vacilar--, no puedes
estar despierta para siempre.
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